Para ser masajista tienes que tener amor y compasión, tienes que tener el don de dar el don de cuidar y el don de sanar. No a la persona que masajeas solo, si no a ti misma también como terapeuta. Los masajes; ayudan a conseguir el equilibrio de la persona, ayudan a escuchar tu cuerpo, a sentirlo a tratarlo conscientemente.
El masaje es la terapia de cariño que recibes de alguien que te quiere cuidar y disfruta de su trabajo haciendo que tú dolor desaparezca y así yo misma como masajista también me sentiré útil y feliz.
El poder de la consciencia de tu cuerpo de darle cuidado cariño y movimiento....es la puerta para obtener salud.
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